Aquietarse no significa dejar de mover el cuerpo.

“Aquietarse” no significa tratar de impedir que aparezcan pensamientos o sentimientos. Siempre seguirán apareciendo pensamientos y sentimientos.

“Aquietarse” significa SOLTAR el nivel secundario de pensamientos: o sea, las opiniones, los juicios, los comentarios. Eso es lo que significa pararse o aquietarse.


Ningún pensamiento que hayas tenido jamás es verdad. Ninguna opinión que hayas mantenido nunca es correcta.

Soltálas. Ninguna idea que tengas o hayas tenido acerca de vos, o acerca de quién sea que sos se ha correspondido jamás con la realidad, y jamás lo hará. ¡SOLTÁLO!!! 


Comparar, tamizar, aprender, batallar, imaginar, sentir, pensar….

Todo eso es como tratar de agarrar una sombra o perseguir al viento. En cambio está el impresionante y desbordante don de PARAR, de permitir el desprendimiento. 


“Debes tener la clara comprensión de que todo es solamente una manifestación de la mente. Todo, cualquier cosa de este mundo, no es más que una compleja manifestación de la propia actividad mental”.

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