Aikido verbal.

EL Aikido para responder a los ataques verbales

Herir a un oponente es herirse a uno mismo. Controlar la agresión sin causar heridas es el arte de la paz”.

Morihei Ueshiba, fundador del Aikido

¿No sería genial usar los ataques personales para tu propio crecimiento?

Hay  personas que tienen una especial capacidad

para defenderse de los  ataques verbales.

Otras, sin embargo, nos quedamos sin palabras ante  algo que nos ha molestado

o simplemente no somos capaces de responder  como nos gustaría.

Luego, ya más calmados, se nos vienen mil y una  frases que podríamos haber dicho

y que no hemos sido capaces de  articular.

Es una situación muy común, tanto en el trabajo,

como  en nuestras relaciones personales de cualquier índole.

Como en todo, hay  gente con un talento natural para resolver estas situaciones,

pero los  demás también podemos aprender a solucionarlas aprendiendo ciertas  técnicas.

El Aikido es un arte marcial que consiste en “la búsqueda de la armonización

neutralización del contrario en situaciones de conflicto,

dando lugar a la derrota del adversario sin lastimarlo,

a menos de ser necesario; propiciando la educación del instinto propio, 

y la auto-reflexión / evolución del oponente.

En lugar de destruirlo o humillarlo;

buscando a su vez el propio el crecimiento personal.

¿No te parece una interesante idea de lidiar con los conflictos?

¿Se podría aplicar a nuestro día a día? Veamos cómo…

Hay  técnicas de Aikido que se aplican para responder a un ataque,

y que  también se pueden aplicar a responder a un ataque verbal:

Hasta aquí no hemos hecho nada más que posponer el problema o lo que es peor empeorarlo.

Técnica de Aikido.

Alguien  nos ataca personalmente y nosotros usamos su ataque

 para ver las cosas  desde su punto de vista.

 Usamos su energía para girar con el y ponernos a  mirar en la misma dirección.

Ofensa:       “Pero mira que eres vago,  no has recogido eso y esto está sin hacer”.

Respuesta:   “Estoy de  acuerdo, no hay nada que moleste más que esperar que algo esté hecho y  no lo esté,

                     sobre todo cuando eso tenía que haberlo hecho yo.

                      Entiendo  perfectamente que estés enfadado”.

 Esta es, en la gran mayoría de las  ocasiones la mejor respuesta a un ataque verbal.

En general, muchos de los ataques verbales no son más que una petición de ayuda.

La otra persona está disgustada por algo y lo expresa de una forma que  nos puede resultar ofensiva.

Con el Aiki, podemos ayudarles de forma que  no nos sintamos atacados.

Se trata de ver las cosas desde su punto de  vista.

Ojo, no se trata de estar de acuerdo porque sí, 

sino solo de tratar de ponerse en su lugar y entender lo que la otra persona siente.

Tras una respuesta tipo Aiki, es muy posible que la otra persona

perciba que su ataque no ha causado el efecto que esperaba.

Es entonces  cuando, dependiendo de quien lo haya hecho,

debemos tratar de reconducir  la situación.

Podemos establecer contacto físico, o visual o  acercarnos.

Eso sí, lo importante es no sobre actuar.

Ni que parezca que  nos hemos leído una guía de auto ayuda

(porque eso no haría más que  enfurecer aún más al otro)

ni humillarnos diciendo lo malos que somos y  que todo es culpa nuestra.

Por ejemplo: Ofensa “Pero mira que eres  vago, no has recogido eso y esto está sin hacer”.

Respuesta, “Claro tu  tenías esperanzas puestas en mi, y al no verse satisfechas, estás  desarrollando una ira que realmente no se corresponde con lo que sientes  y que estás usando para atacarme”.

La respuesta más normal a esto  sería: “Mira, déjame de joder y deja de decir pavadas”.

 Cuidado  con sobre actuar.

Se trata de ver las cosas desde el punto de vista  del otro,

no de parecer condescendiente.

Es difícil saber qué respuesta  exacta dar, porque depende mucho de nuestro interlocutor,

pero creo que  queda clara la idea ¿no?

Por supuesto, el Aiki no va a funcionar, 

a no ser que realmente queramos solucionar los problemas.

Si lo único que queremos es jugar a tener razón, eso es una técnica de distracción y no Aiki.

¿Cuándo usar el Aiki? En general,

la mayoría de las ocasiones son propicias para usarlo

 (como en una discusión de pareja),

 porque nos ofrecen una situación en la que los dos vamos a ganar.

Tratar de ver las situaciones desde la perspectiva del otro es bueno,

aunque no se esté de acuerdo con su punto de vista. Eso sí,

si un ataque no se corresponde con nada objetivo, 

y solo busca hacer daño de forma gratuita, 

entonces habrá disputa.

Uniendo la técnica Aiki y sabiendo expresar nuestras necesidades

con una comunicación no violenta,

tendremos dos armas muy poderosas para tratar de enfrentarnos

a esas  situaciones incómodas que se nos presentan con cierta frecuencia.

¿Cómo te  defendés de los ataques verbales?

¿Has usado o han usado con ustedes algo parecido

al Aiki en alguna de sus  discusiones?

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