LOS CONFLICTOS, GEOMETRIAS METAFORICAS DEL FENOMENO.
Podemos encontrar en los diseños que nos regala el aikido una forma de abordaje, una representación de los diferentes recorridos energéticos de las situaciones conflictivas. Básicamente hay tres figuras que representan y condensan estas descripciones, siendo estas a saber : EL TRIANGULO, EL CUADRADO Y EL CíRCULO, cada una de las cuales nos enseña como se conjugan la atención, el impulso y la respuesta responsable o reactiva, según lo que hagamos nosotros con los demás en la dinámica relacional conflictiva. Quiero hacer hincapié, en que cualquier definición acerca de estos estados somáticos descriptivos tienen una suerte de mirada amplificada, puesto que cada estado posee una cualidad de luz y de sombra por nombrarlos metafóricamente. Esto quiere decir que no necesariamente sea contraproducente adoptar una forma energética y somática de manera de establecer que una es mejor que otra, sino que en diferentes momentos y contextos cada estado puede estar mutando en función de las necesidades personales que encontremos en cada caso. Y también es necesario aclarar, que cada una de estas descripciones somaticas tienen un correlato e impacto en el lenguaje y las emociones puesto que , desde nuestra biología somos la estructura de lenguaje, cuerpo y emoción la que utilizamos para entender donde sucede el fenómeno humano de nuestra existencia.
EL TRIANGULO.
El triangulo transmite la idea de acción, apuntando a una dirección especifica. Evoca imagenes de una energía centrada. Aparece cuando fijamos un punto concentrado en cualquier situacion de ataque( agarre, golpe de puño, patada, o ataques mentales o emocionales) donde la oposición de fuerzas se hará manifiesta pudiendo entrar en una situacion o estado de LUCHA O DISPUTA. La característica mas saliente de estos estados triangulares son la estrechez en la percepción total de la situacion ya que concentra el punto de vista en el ataque propiamente dicho, dejando fuera de su campo perceptivo la totalidad del campo que opera en conjunto.
EL CUADRADO.
El cuadrado representa una habilidad mucho menor para moverse. En general significa respuestas de aferrar o ubicarse dentro de una posición fija, inmóvil. Dicha posición puede determinar una forma de separación pasiva, es decir, de NO HACER NADA, como también de una paralisis al tener como característica quedarnos quietos, en una especie de resistencia consciente. Es probable que dentro de esta forma dicho cuadrado sea atravesado por la energía punzante del triangulo, generando choque o disputa de fuerzas en oposición.
El CIRCULO.
Utilizamos al circulo para representar todo tipo de respuestas fluidas, armoniosas, donde palabras como circulación, negociación, colaboración , aceptación, son los rasgos mas visibles dentro de su figura. Este IR CON la corriente significa la posibilidad de acompañar el flujo de energía sin oponernos a los movimientos o fuerzas que puedan surgir, sino buscar la forma de redirigirla transformando esta energía inicial en otra mas integrada y creativa.
Ahora bien, considerando estos conflictos desde esta perspectiva geométrica nos encontramos con las siguientes posturas a saber:
Si respondemos a un ataque o conflicto adoptando la energía de un triangulo, estaremos igualando fuerza contra fuerza, en oposición directa, y estaremos luchando.
Si de otra manera adoptamos la geometría del cuadrado, estaremos creando resistencia, disminuyendo nuestra capacidad para movernos, tanto como que aumentara nuestra posibilidad de ser atravesados por esta energía triangular, ya que estamos de alguna manera o bien paralizados o resistiendo el ataque.
Sin embargo, cuando podemos estar adoptando la energía del circulo o esfera, conseguiremos movernos con facilidad creando una sincronización al poder girar y dar vueltas naturalmente.
En lugar de forcejear o luchar en cualquier punto de contacto, al salir del camino de ataque girando, dando vueltas, etc, conseguimos desequilibrar y sacar de su centro a la energía que se nos impone, pudiendo tener una mejor posición para comprender la direccion y el poder de dicho ataque, moviéndonos mas apropiadamente. Saliendo del camino del ataque, se nos hace mas sencillo al movernos pudiendo mover lo que viene para neutralizarlo respondiendo de otra manera mas integral.
Es necesario decir que todos tenemos conflictos o problemas a resolver y que a priori, estas peleas tanto en nuestro hogar, como en la oficina etc ,deben tener una característica en común y esto es nuestro deseo de entender a la otra parte.
Esta disposición tiene que ver con un estado diferente y fundamental a la hora de enfrentarnos a las situaciones conflictivas, puesto que como dije antes, reaccionar no es lo mismo que responder, y a la hora de buscar posibilidades de que esta respuesta sea responsable, creativa o transformadora es menester querer utilizar el potencial creativo de aprendizaje para atravesar estos momentos de dificultad.
Una de las ideas entonces que subyacen en la exploración de las situaciones conflictivas es que nada de lo que sucede es rechazado ni resistido sino todo lo contario, es bienvenido puesto que es una oportunidad que se nos ofrece para conocernos mejor. Cualquier tipo de resistencia, lucha o negación no nos permitirá investigación alguna sobre nosotros y el conflicto, ya que se leerá al mismo de la manera habitual buscando su desaparición o aniquilación en forma absoluta.
Dentro de las tradiciones marciales japonesas, como por ejemplo en el arte marcial del aikido, aparecen algunos movimientos que nos pueden ayudar a tener mayores referencias ejemplificadoras acerca de cómo intervenir somáticamente en una situacion amenazante.
Para ello detallaré como se denominan y ejecutan algunos movimientos que tienen no solo un gran impacto en la misma dinámica de la ecuación ataque-defensa sino también una gran significación filosófica.
IRIMI, TENKAN, KAITEN, TENCHI.
Son algunos de los movimientos básicos que se usan en el aikido para relacionar y transformar las situaciones de ataques en algo diferente redirigiendo esa energía inicial en otra distinta. Sus aplicaciones tienen que ver mas con la idea de no quedar preso, inmóvil e indefenso de aquello que nos ataca sino por el contrario poder entender y estudiar en la dinámica de lo que esta ocurriendo, las posibles respuestas, dando forma y encontrando posibilidades de actuar sin oponer resistencia a lo que viene. La idea seria tomar y recibir la energía del ataque inicial para poder utilizarla a favor nuestro sin entrar en disputa con nuestro eventual adversario.
En las anteriores descripciones de las geometrías metafóricas energéticas, donde describí como actúan dinámicamente las mismas, podemos estar encontrando y haciendo complementarios tanto a esas energías como a los movimientos de irimi y tenkan tradicionales del aikido para ampliar nuestra comprensión.
Dichos movimientos tienen por finalidad mover en forma cuasi circular aquello que tiende al choque entre dos fuerzas en disputa, pero de ninguna manera excluye a la linealidad de un irimi por ejemplo, cuando damos un paso dentro de la línea de un posible ataque también.
El párrafo de abajo quiere reflejar la explicación técnica de esta forma de movernos frente a los diferentes ataques, a modo de reseña para entender la naturaleza descriptiva de los movimientos. Quiero resaltar y afirmar aquí que lo que nos resulta importante es el camino del movimiento como forma de entender aquello que de alguna manera nos detiene y por ende nos genera algún tipo de daño.
También considero que no sería conveniente leer literalmente estas líneas como si fuese un estudio acerca de la posibilidad marcial de defendernos, ya que no es el objetivo de este escrito. Si lo es el estudio somático metafórico que pueda aparecer en el territorio de nuestro cuerpo como fenómeno de estudio.
Como he expresado a lo largo de este artículo, parto de la hipótesis que todo conflicto es una detención, o sea, una acción no emprendida, por lo tanto, tal vez, una de las claves para relacionarnos mejor sea la comprensión de cómo movernos frente aquello que nos atrapa en la vida. La posibilidad de que nuestro cuerpo sea el instrumento de investigación nos deja al frente de una ilimitada fuente de recursos para aprender a usar cuando estemos frente a momentos difíciles.
Desde la mirada del arte del AIKIDO…
Irimi :
Entrar o penetrar en la guardia de atacante
Tenkan:
Cambiar el sentido, dar la vuelta, dejar pasar el ataque
Cuando nos movemos en Irimi, avanzamos hacia el atacante diagonalmente, de tal forma que no chocamos directamente con él, sino que salimos ligeramente de su línea de ataque para evitar que nos alcance y, después, desequilibrarle y aplicarle una técnica. Podemos decir que entramos en Irimi hacia el que nos ataca cuanto éste inicia su ataque y, de esta forma, frustrar el mismo antes de que se materialice por completo y volviendo contra él su propia inercia y energía.
O sensei( el creador del aikido) decía: “Si cuando un oponente se dispone a atacarnos vamos hacia delante para ofrecernos a su ataque, se verá afectado por este hecho y podremos sacar ventaja”.
Los conceptos de tenchi y Kaiten tienen que ver con el de absorver el movimiento o ataque que aparece, pues no buscan el choque entre dos fuerzas( una de ataque, otra de defensa) sino que acompañan el desarrollo de ese movimiento en todo su recorrido sin detenerlo ni estar intentando forzarlo al seguir su propio camino. Absorben y redirigen en todo caso lo que estaba moviéndose en una determinada direccion, para encontrar otra mas ecológica y posible. Cuando se habla de tenchi, es un movimiento que encuentra su eje hacia atrás, o sea que hablamos de una absorción en retroceso. Cuando es Kaiten queremos decir una rotación sobre su propio eje, pues cambiamos la direccion original por otra pero dentro de un circulo o eje en el cual se desarrolla el movimiento.
Frente a todo lo anteriormente presentado, aparece la necesidad de entender un aspecto fundamental a la hora de incorporar otros conceptos para seguir adelante con este trabajo. El significado de la CONEXIÓN, puesto que para resolver (o no), tener algún tipo de posibilidad diferente frente a algún problema necesitamos conectar. Podríamos decir que esta conexión es una realidad tangible imprescindible, ya que cualquier tipo de separación frente al conflicto es una ilusión. De alguna forma hay toda una energía que interconecta a todas las cosas, y esta vinculación es la relación entre la contracción y la expansión entre cualquier fenómeno emergente del que formamos parte. La verdadera fuerza es la energía que fluye, mezclando las energías. Cuando por tensión , miedo, o ataduras creamos separación no tenemos la chance que la conexión surja para relacionarnos de otra forma con aquello que a priori vemos como una amenaza.
En lo vincular, es decir en lo relacional, cuando establezco un punto de contacto con un otro, es cuando se empiezan a vislumbrar las posibilidades de entender que nos ocurre somáticamente, y es de vital importancia estar en un estado de receptividad y apertura ante estas posibilidades.
Aquí hay una nueva distinción que es muy importante en este desarrollo ya que delimita mucho nuestra capacidad de atención y concentración respecto de la forma en la cual respondemos a lo que nos sucede.
Podemos percibir un conflicto desde un punto de vista de defensa, esto seria restringiendo nuestra capacidad de atención en el punto de conflicto mismo, es decir, un agarre de muñeca, por la espalda, un golpe de puño etc, entendiendo que todo lo que sucede en ese punto de disputa y encuentro que nos limita la percepción pues es estrecho y limitante a ese foco especifico. O por el contrario ser mas expansivos , abarcativos al abrir nuestra atención teniendo una mirada panorámica de todo el contexto que se despliega ante nuestros ojos. Para expresarlo mas sintéticamente en forma mas clara, salimos de ver un punto cuando hacemos foco para al cambiar mirando lo mismo mas panorámicamente percibiendo y dándonos cuenta de mas posibilidades.
En este punto el aikido aparece como una cocreación que responde frente al conflicto, ya que evita luchar, escapar o quedarse quieto, aceptando incondicionalmente lo que ocurre en forma clara y directa.
Podemos afirmar que en esta aceptacion incondicional y alegre del conflicto nos estamos permitiendo expandir nuestra nocion del significado de ganar. Culturalmente quienes buscan resultados ven al otro como vimos anteriormente como enemigo, esto es vos o yo en lugar de vos y yo, y es precisamente en esta cooperación que emerge donde el ganar cobra otro significado al permitirnos salirnos del sistema tradicional de sometimiento, eliminación y derrota. Aparece en cambio un concepto inclusivo de introexpansion que nos permite vincularnos con los demás de manera mas genuina y creativa. Solemos pensar que las dos variables desde donde nos movemos y ejecutamos las acciones en nuestra vida son el miedo y el amor.
Sintiendo o estando dentro del miedo, nos ponemos reactivos sin vislumbrar posibilidades de diseñar nuestras acciones, presos de un futuro que no es, sintiendo que es posible que perdamos algo que para nosotros es de mucho valor. Caemos en la ansiedad, y como respuesta a este miedo buscamos controlarlo todo ya que el peligro de transformación o cambio es demasiado real e intenso. Ahora bien, mirándonos desde la variable del amor, cuando estamos en él, abrimos una relación de posibilidad con el futuro, ya que partimos de un vínculo con nosotros mismos y con los otros al estar creando un universo desde donde compartimos el juego y el dar sentido en la dinámica de la vida, permitiéndonos ser para poder hacer.
Entiendo que la palabra poder tiene en nuestra cultura una connotación contradictoria y compleja. Se la asocia con un quehacer oscuro y arbitrario con fines no transparentes. Para quien escribe, poder se trata de nuestra capacidad de acción, de una emoción que nos lleva a realizar aquello que deseamos, permitiéndonos ir en la dirección de nuestro estado deseado, caminado por la ruta que nos lleven hacia nuestros sueños.
Como seres que establecemos modelos, por lo cual, este recorrido también seria una forma de abandonar los modelos actuales que nos resultan antiguos por otros mas nuevos y acordes a nuestros deseos. Mirando mas en detalle, tenemos todo un sistema de creencias, dentro de los cuales nuestros juicios y opiniones, nos empujan dentro de un estado reactivo de violencia, dentro del cual nos encontramos por educación, cultura etc, donde operamos con resultados pocos satisfactorios. Es este estado de creencias obsoletas los que precisamente buscamos transformar cuando elegimos instalarnos en un estado de descubrimiento, basado en la instalación de modelos nuevos, donde mediante nuestro darse cuenta (al ampliar la percepción) se hacen posibles una lucidez y fascinación hasta ahora desconocidos.
La conclusión sería determinar entonces que hay dos estados básicos que serían juzgar vs descubrir como ejes donde se articulan de manera diferente nuestro quehacer diario, es decir, nuestra conducta y nuestra forma de mirar al mundo. Creyendo que nosotros sabemos o tenemos las respuestas muchas veces, o casi siempre, intensificamos nuestras conductas reactivas, por lo que estoy proponiendo encontrar el camino de movernos mas alla de cualquier tipo de éxito o resultado respecto a nuestro modelos mentales. Esto significa entrar en un estado de descubrimiento permanente, donde podamos vislumbrar en lo que surge aquellos nuevos aprendizajes que necesitamos incorporar. Una de las citas que mas me resuena es aquella que enuncia…podemos saber y controlar lo que vamos a hacer, nunca lo que va a suceder… y esto sería estar abandonando toda la pretensión de controlar aquello que no puede ser controlado, es decir, el suceder de la vida…
Cuando queremos controlar la necesidad de control, queremos movernos dentro de los limites de la perfeccion, por lo cual, algunas de las características que emergen de este estado son:
Sensación frustración–ansiedad
Miedo al fracaso
Tener razón
No querer correr riesgos
Control total
Juzgarse
Manera predeterminada de hacer
Trabajar–Luchar
Cuando podemos instalarnos en el estado de poder, de descubrimiento, las respuestas responsables y creativas aparecen con mas claridad, siendo mas posibles estados personales de bienestar y crecimiento. Lo que emerge es:
Deseo de correr riesgos.
Jugar.
Fascinación–deleite
Espontaneidad
Valoracion de uno
El otro
Indagación
Creatividad
Dentro de estos estados descriptivos en los que he estado profundizando, vislumbro la posibilidad de entender estas dificultades como detenciones, dentro de las cuales el pensamiento es limitado, por lo cual la propuesta es la exploración de estas metáforas somáticas como instrumentos de investigación mas aprendizajes.
Al explorar el movimiento del cuerpo, encontraremos metáforas de resolución.
La utilización del lenguaje será fundamental puesto que la aparición de lo metaforico es materia imprescindible, al nombrar lo que esta detenido y que posteriormente será puesto en movimiento.
¿Qué quiere hacer eso que esta detenido? ¿qué metáfora posee? ¿qué necesita? ¿dónde nos lleva? ¿Y que mas?…serian algunas preguntas disparadoras para comenzar nuestro viaje de descubrimiento.
De alguna forma, la invitación es a desarrollar un diccionario de movimientos genéricos somáticos, con sus movimientos de posibles resoluciones, que serían como puertas de posibilidad ( o no), ya que encontrar nuestras metáforas de detención mas las correlativas de resoluciones es la búsqueda planteada.